La consulta previa a la revisión del Plan de Ordenación del Territorio es una oportunidad para valorar la derogación de POTA vigente y su regulación, precisamente para no incrementar los dos problemas que genera el POTA desde su aprobación: la limitación del crecimiento de los municipios cuya trama urbana ocupa el 10% del territorio nacional así como más complejidad normativa para aprobar los planes urbanísticos.
Ambos problemas generan desempleo y freno económico en uno de los sectores económicos más importantes de España, el sector inmobiliario y de la construcción. España lo que necesita es aplicar políticas razonables que mejoren la economía, amplien nuestra masa forestal, cuiden la ganadería que son la mejor garantía de evitar incendios y cuidar de nuestros recursos naturales, dar facilidades al sector del turismo y del mercado inmobiliario con un crecimiento razonable y modulado, y finalmente, políticas de ayuda a las familias para tener más hijos para afrontar de verdad el reto demográfico y el de la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones.