El estudio de ingeniería, urbanismo y arquitectura CAI Consultores estima que la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Municipal de Marbella no será antes de marzo o abril de 2023 a causa del retraso que producen los informes sectoriales de Carreteras, Ferrocarriles, Costas y Calidad del Aire.
El estudio de ingeniería y arquitectura de Marbella CAI Consultores señaló durante una ponencia sobre afecciones sectoriales en los XVIII Cursos de Urbanismo de Marbella que las de Carreteras, Ferrocarriles, Costas y Calidad del Aire y los informes previos que exigen en la tramitación de los planeamientos conforme a la Ley de Impulso a la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) van a provocar, “como en el caso de Marbella con el PGOM” que el tiempo para aprobar inicialmente ese documento “se incremente entre ocho y nueve meses” con lo que, subrayó el director de la consultora, Luis Cepedano, “no estará antes de marzo o abril” de 2023.
Cepedano profundizó en la cuestión explicando que en el caso de Marbella, el documento de alcance del PGOM “fue durante la primera mitad de este año y ahora se encuentra en la fase de solicitud de los informes previos a esos cuatro organismos” antes citados. Añadió en este sentido que “el Ayuntamiento ha tenido que idear un procedimiento administrativo nuevo que ha sido la toma en conocimiento del documento que se va a enviar a esos cuatro organismos para que hagan ese informe previo que está establecido en la legislación sectorial”. Y subrayó que “todo esto supone un incremento en el plazo del tiempo de ocho o nueve meses más y no creo que la aprobación inicial sea antes de marzo o abril y ya veremos si estando en periodo electoral, se puede aprobar o no” en esos plazos.
Tanto Cepedano como Enrique de la Torre y Carmen Torralba, ingeniero y arquitecta del estudio respectivamente, apuntaron por otra parte que la Evaluación Ambiental Estratégica ordinaria “supone un plazo añadido de entre dos años y dos años y medio como mínimo” en la tramitación de un planeamiento.
Ahora se ha simplificado el procedimiento en tanto que si el suelo es rústico “hace falta la Evaluación Ambiental Estratégica” pero si el suelo es urbano “vale con la calificación ambiental” de modo que “un proyecto de urbanización que no hubiera iniciado la tramitación en un suelo urbanizable que no requería de Evaluación Ambiental Estratégica al no ocupar una superficie mayor de 10 hectáreas, ahora sí la necesita”. En estos casos “no le salva la transitoriedad” entre la LOUA y la LISTA. “En casos así, no se consigue el efecto que se perseguía de agilizar el procedimiento de los trámites ambientales, sino que ocurre todo lo contrario”, explicaron De la Torre y Torralba.