La influencia del lenguaje periodístico en el uso de la lengua española es enorme. Prueba de ello es que dos miembros de la Real Academia de la Lengua Española son periodistas. Sin embargo, con frecuencia el lenguaje periodístico utiliza expresiones erróneas en determinadas materias de carácter complejo que, al final, dada la influencia de los medios de comunicación, terminan por utilizarse por los que hablan español. Un prueba de dicho término erróneo es el de «recalificación». Dicho término es doblemente erróneo por dos razones. La primera, porque se refiere en realidad a la clasificación de un suelo no urbanizable como urbanizable, por lo que en todo caso, sería más correcto el término «reclasificación», dado que mientras la calificación se refiere al uso y otros parámetros de la ordenación pormenorizara de un suelo, la clasificación se refie a las tres clases de suelo que normalmente se establece por la legislación urbanísticas: urbano, urbanizable y no urbanizable.
En segundo lugar, tampoco es correcto la introducción del prefijo «re» cuando se trata de clasificar o calificar un suelo. Y ello puesto que la clasificación de un suelo, especialmente cuando se trata de un suelo no urbanizable a urbanizable, viene asociada a una connotación negativa del urbanismo, como si clasificar un suelo como urbanizable derivase necesariamente en una ganancia inmerecida por quienes invierten su capital, su empresa e incluso su patrimonio personal, en el fin lícito del beneficio económico que, de manera peyorativa, se denomina en no pocas ocasiones por los medios de comunicación como «pelotazo».
No hay que negar que en ocasiones, el beneficio económico en el ámbito inmobiliario y urbanístico ha estado asociado a conductas poco éticas o incluso delictivas, pero ello no puede ensombrecer que en una economía de libre mercado como es, afortunadamente, el Estado Social y de Derecho que establece la Constitución Española, el modelo económico está basado en la propiedad privada en el que el beneficio económico, no sólo es lícito sino además deseable para el progreso de España.
Alejandro J. Criado Sánchez
Director de la Revista de Urbanismo